lunes, 9 de mayo de 2011

Bolivia :diario de viaje


Hemos dejado atras el norte argentino. Purmamarca, Tilcara y Humauaca han sido la introducción a Bolivia,
Villazón nos recibe con emoción y muchas ofertas, una especie de once con mucho olor a comidas. Celulares, ropa, camaras digitales y telas son algunas de las cosas que en esta ciudad pueden conseguirse a muy bajo costo, pa´ nosotros obviamente que nos favorece el cambio.
El destino elegido para continuar es Tupiza, provincia de Potosí. Al subirnos al micro un niño con mucho swing nos hace reir y reflexionar, su irrupción es concreta -"Bienvenidos al micro de la empresa trans segovia"-, detras viene un monólogo de 3 minutos imperdible, el relato concluye con Ricky Martin como chofer y Shakira como azafata -en cualquier radio de las que hemos escuchado este niño tendría tranquilamente un lugar-, por último nos pide una moneda y nos recuerda que esa moneda no nos hará pobres ni a él rico, contundente.
El viaje se torna insostenible, un poco tiene que ver la tortilla de pollo y papas que comimos en Humauaca y otro poco con el camino de riscos, el sol continuamente en la cara y la cantidad de gente que somos arriba del micro.
Luego de poco más de 3 horas estamos en Tupiza, lo 1ero que escuchamos son ofertas sobre hostel y excursiones turísticas, al escuchar nuestro acento argentino los vendedores deciden encarar a los ingleses, yanquis y holandeses. Las recomendaciones ha lo largo del viaje sobre lugares para dormir han sido siempre las mismas - cerca de la terminal está el mejor precio-, desde luego que hemos respetado esa premisa. Residencial Suipacha aparece delante de nuestros ojos y la relación precio-calidad es aceptable.
Los paisajes que se muestran en los mapas turísticos realmente atraen, hacia ellos vamos.
El Cerro del Elefante es muy lindo hasta que cerca de 150 cabaras nos miran y nos recuerdan que esas montañas son territorio de ellas, desimulada pero rapidamente dejamos el lugar. La Cueva del Diablo y el Cañon del Duende son otro de los recorridos, ambos lugares muy hermosos.
La gente en Tupiza se mezcla entre originarios con vestimentas de tales y originarios con ropa deportiva y polleras de secretaría. Todxs se muestran muy amables pero pocxs levantan la mirada, las huellas de 500 años de opresión están a la vista.
Entre idas y vueltas, varixs argentinos con los cuales compartimos unos mates y otras yerbas decidimos dejar Tupiza, el destino que se nos avecina es Tarija, otra provincia boliviana, la cual lleva su nombre.
El viaje es de 8 hs arriba de un micro que en Bs As no podría ir ni de La Plata a Berisso. Llegamos a la terminal cerrca de las 4 de la mañana y ahí dormimos hasta las primeras señales del sol. Luego de recorrer varios hostales y etceteras y, ver que los números no cerraran, nos vamos pa´ Tomatitas ( 5 km d Tarija ). El dato que teniamos era que allí había un lugar para dormir barato manejado por unos españoles.
Una vez en el lugar y atravesar todo el Mercado Campesino (una especie de feria hippe gigante pero en lugar de artesanias hay carne, verduras,frutas y por supuesto todas las comidas tipicas del lugar en puestos uno al lado del otro), llegamos a Tomatitas, preguntamos y nos mandan al toque pa´ lo de los españoles. El lugar era hermoso, sobre la rivera del río y con mucho verde pero en la casa donde era el hospedaje no había nadie, ni tampoco camas, ni cocina, ni luz, ni agua, ni gas. Esperamos un rato hasta que aparezca alguíen y al rato cayó una holandesa la cual era la dueña de todas esas tierras, nos dice que los gallegos fueron echados por fumones, la cuestión era que les habian quitado el lugar que alquilaban por problemas de interpretación acerca de vivir la vida je.
La holoandesa nos dice que ella nos deja quedarnos ahí por 30 bolivianos cada uno (carisimo pa´ lo que había), chamuyamos y conseguimos por 10 cada uno armando las carpas y también nos traería una cocina con gas. Antes de dejarnos armar las carpas nos pide el money. Empezamos a armar las carpas y en eso vuelve con una garrafa vacia y nos dice que debemos ir al pueblo a llenarla con nuestro dinero. Automaticamente le decimos que el arreglo era otro y que si esto es así que nos ibamos y le pedimos que nos devuelva la plata, la respuesta es "ok, vayan pero ust. han realizado una reserva, yo he trabajado y perdido tiempo, la plata no se las devuelvo"-, intentamos ser civilizados pero a los 3 minutos nuestras bocas estaban enfufrecidas ante la injusticia "holandesa cagadora, rata, seguro estas tierras las conseguiste del mismo modo, cagando a la gente, etc". La holandesa como si nada, sobrandonos y aclarandonos, con un té en la mano, que no tenía tiempo para perder.
Luego de risas y llantos, no por la cantidad de dinero perdido sino por la impotencia, la forma en que nos trató y esas cuestiones del origen, nos volvimos pa' Tarija.
Tras caminar medio Tarija en busca de precio, apareció un" viejo biker" que termino siendo el ministro de deportes y nos mandó para un hotel barato con su nombre de recomendación.
Una vez instalados dormimos bien y recorrimos Tarija, lindo lugar, parecido a un barrio tranqui de capital. Mucha lluvia nos obligó a empezar con el macrame y lecturas colectivas de Zaratustra je.
En Tarija no nos hemos dedicado a ver cuestiones turísticas pero si a comer porciones de pizza en las plazas a 1,50 boliviano cada una (regalo jeje). La gente es similar a la de Tupiza pero se nota que esto es una capital y la dinámicas son otras, algo que llama la atención es la cantidad de autazos y de santos que adornan las casas de cambios je!.
Buscando camiones para Sucre no tuvimos suerte, los camiones están esperando la carga y solo sabe Dios cuendo llegarán, mencionan. Regateamos buen precio en la terminal y partimos para Sucre, el viaje terdó cerca de 14 hs.,de las cuales las últimas 7 fueron con un frío de cagarse pero esa es otra historia y queda pal que viene jeje.
besos y vasos.
10 de abril de 2011.